sábado, 25 de enero de 2014

Capítulo 2: Momentos fugaces




- Hola a todos - ha comenzado el "baño" , Herr Linda sigue hablando - como ustedes saben, TestPharma ha engrosado su lista de clientes y el trabajo ha aumentado, por eso es que estamos quedándonos...

"¡Si!, ¡¿como no?!..." pasa por el pensamiento de cada uno de ellos si con eso de “quedarnos” se refiere a despedirse a la hora de salida con un amargo "¡y lo quiero listo para mañana temprano!" e irse a su casa a gozar de una vida familiar a costa del sacrificio de otros.

- Y me siento agradecida con éste grupo de trabajo...

"¡Claro!, ¡somos los idiotas ideales que todo abusador necesita!..." Piensa Sandy

- Desafortunadamente no es suficiente - continúa la tortura - los clientes crecen, los ensayos reales se quedan para los que están al día con TestPharma, y lastimosamente son muchos más los que le deben, ¡ahí entramos nosotros!, Pharmabin S.A. es una de ellas y la semana que entra ellos tendrán auditoría y nos pasaron las solicitudes desde temprano pero no se han podido atender y debemos tener las pruebas de validación de limpieza de la planta listas, además de los soportes de valoración de tacrolimus que es lo que se supone que van a presentar ellos

Estupefactos mientras escuchaban a la SS Herlinda Garay quedaron Sandy y sus compañeros al hacer cuentas mentales: Normalmente una validación de limpieza de una planta consiste en hacer pruebas para determinar la ausencia de la sustancia activa y evitar la contaminación del próximo lote a fabricar en la instalación, se hacen una corrida de cromatograma de una solución estándar (sólo sustancia activa pura) seis veces y una más para la cuantificación, a eso sumémosle 19 muestras tomadas en cada superficie de la planta que se usó para la fabricación... ya eso es mucho... ¡y hay que hacer soportes para valoración del producto también!.

- ¿Cuántos lotes son? - Se atreve a preguntar uno del equipo.

- Son cuatro lotes y sólo dos de ellos fueron hechos en el mismo día, los otros dos tienen dos meses de diferencia entre sí - contesta Herr Linda lacónicamente.

En ese momento más de uno quería lapidarla usando las A-Z que están llenas, si esos cuatro lotes hubieran sido fabricados dos días seguidos el trabajo fuese menos complicado, hagamos las cuentas de nuevo: hay que hacer dos valoraciones y una más para los otros lotes que se fabricaron el mismo día, una valoración para determinar la pureza en el medicamento fabricado tiene 21 corridas cromatográficas cada una, lo que serían 21 hojas a diseñar, "maquillar" e imprimir... ¡y tres validaciones de limpieza que tienen 26 corridas cromatográficas cada una!.

- Y ustedes deben buscar los soportes en la base de datos del laboratorio - añade la maldita - no tuve tiempo de ir a buscarlos.

Ya todos saben lo que quiere decir eso: no sólo deben quedarse esta noche, sino que ya estaban matriculados en el turno nocturno el resto de la semana. Sandy se encontraba indignada, cada vez que ella hace planes, Herr Linda se los arruina. "Aguanta un poco más, ¡ya falta poco para que me vaya!" se dice Sandy en su interior.

- Herlinda - Toma la palabra Mario Viloria, compañero y amigo de Sandy - sabemos que esto es importante, pero... eh... - comienza a vacilar el tipo - ... acabamos de salir de un trabajo similar, el que se hizo para Tecnophar Corp., nos sentimos algo exhaustos, ha afectado nuestro rendimiento... y hablo por todos cuando solicito que por hoy nos dejes salir temprano, mañana estaremos a punto para meternos en la auditoría de Pharmabin...

Herr Linda les da una mirada de desaprobación, por no decir que los está masacrando con los ojos. Todos entendieron que no pueden dejar a Mario solo, tenían que apoyarlo.

- Jefa - dice Eliana - Tenga en cuenta que hemos trabajado de 8 de la mañana hasta las 3 de la mañana del día siguiente durante las últimas tres semanas y hemos llegado a nuestras casas solamente para dormir 15 minutos o menos porque hay que volver a la hora de entrada.

- Herlinda - dice Janina - no hemos tenido un buen rendimiento, solo le pedimos salir a las seis y a partir de mañana nos quedaremos hasta concluir con el trabajo.

- Bueno muchachos - comienza el contraataque de Herr Linda - les comprendo en todo y no son los únicos en la misma situación pero debemos empezar ya, no puedo darles lo que piden, ¡lo siento mucho!

Ese "lo siento" sonó más falso que la declaración de Bill Clinton a la prensa negando su affair con Mónica Lewinski. "Esa perra lo está haciendo otra vez... ¿lo permitirás?", Sandy pensaba que decir, hasta que:

- Herlinda, - dice Sandy - sabemos que no tenemos suficiente tiempo, pero si seguimos así, no tendremos nada listo, Pharmabin cancelará su cuenta con nosotros y rodarán cabezas como tú nos dices, y creo que la cabeza que va a rodar primero es la tuya, pues eres nuestra jefe y responsable de la cuenta, luego te seguirán las nuestras, por el bien de todos, ¡dejanos ir a descansar!, mañana llegaremos revitalizados y listos para lo que sea.

Herlinda hace un esfuerzo para pensar en medio de su ira frente a semejante afrenta cometida por sus subalternos, frunce el ceño porque no le gusta la idea de ceder ante tal petición pero también ve con fastidia preocupación que Sandy tiene razón y hay que cuidar el puesto. En ese justo instante, como estratega militar nazi que es, dictamina que hacer, decide dar la noche libre que tanto piden… bueno, no a todos:

- Esta bien - habla la SS - les concederé lo que piden, pero comprenderán que este trabajo hay que comenzarlo hoy, así que, Sandra y Mario se quedarán hoy a conseguir la información de la base de datos, y cuando lo consigan, revisarán los soportes con la metodología mandada por el cliente, y mañana sabremos por dónde empezar, ¿está claro?




**********

- Con ella no hay forma ¿verdad? - Sandy refunfuña mientras regresan al área, provenientes del laboratorio. 

- ¡Ay Sandy! - contesta Mario - Yo me esperaba algo peor por lo que le dijiste, ¡solo tenemos que revisar!, estaremos yéndonos a las ocho como máximo.

Mario esta desvariando pues tienen demasiados soportes de pruebas de valoración para tacrolimus, tantos que este es el segundo viaje que hacen ida y vuelta, eso significa que deben revisarlo todo contra el método de análisis usado en Pharmabin, pronosticando su salida a medianoche como mínimo y eso no es lo peor:

- ¡La bruja esa no nos dejó para la comida! - descubre Sandy al llegar al área, ya todos se han ido- ¡de vainas que nos dejó los bonos de taxi! si fuera por ella, ¡nos iríamos a pie y que nos maten en la calle!

- No te puedo negar que también estoy molesto - responde Mario.

Sesenta minutos han pasado ya y Sandy no para de pensar que si seguía así, la que iba a encontrar a otra mujer instalada y preñada en el apartamento de su novio iba a ser ella, ¡tenía que hacer algo!:

- ¡Me voy!.

- ¿Qué?, ¡NO! - responde Mario - ¡no me vas a dejar solo!

- Pero Mario, ¡me siento mal! - se lleva las manos al estómago fingiendo dolor.

- Si piensas que te haré el dos para acostarte con tu novio, ¡te equivocas! - no le funciona el truco a Sandy.

- ¿Cómo sabías que era eso?- sorprendida, pero prosigue para poder convencerlo - tú eres mi amigo, sabes por lo que estoy pasando, ¡solo quiero aprovechar estas horas para darles a mi hijo, a mi madre y a mi novio un poquito de tiempo!

- ¡¿Y crees que yo no tengo familia a quien dedicar tiempo?! - replica él, ofendido por el egoísmo de su amiga.

- Entonces, ¡vámonos los dos! - le propone ella finalmente - podemos fotocopiar el método y los soportes que hemos seleccionado y trabajamos en casa, llegamos mañana antes que llegue la Nazi y le tendremos los resultados.

Mario aceptó a regañadientes la propuesta de Sandy. El no estaba tan molesto con la decisión de Herr Linda pues quería aprovechar ese tiempo a solas con Sandy. Mario está enamorado de ella desde que fueron compañeros en la Universidad, respetó el hecho de que estuviese casada, cuando Sandy enviudó no se aprovechó de la situación, cuando el tiempo pasó y Sandy conoció a Dante, él sintió que le quitaron lo que merecía por tanta espera y aunque sabía que no tenía chance, momentos como esos había que aprovecharlos al máximo. Mario Viloria no es un chico feo, tiene su fanaticada, pero solo tiene ojos para la pelirroja.

**********

Sandy va en camino hacia el apartamento de Dante pues está completamente segura de que él está allí viendo una película o tomando una copa de vino en el balcón, ella le había dicho que le tocaba quedarse otra vez, Sandy piensa darle una sorpresa.

- ¡Mi amor!, ¡viniste! - Un emocionado Dante abre la puerta - ¿cómo le hiciste para salir temprano?

- Si me dejas pasar te cuento todo - responde ella.

Dante cierra la puerta y se convierte en depredador y acorrala a su presa, se desaparecen las preocupaciones de Dante por ver a Sandy tan temprano al arrancarle las vestimentas y ambos se entregan a la pasión desenfrenada provocada por esa abstinencia impuesta por un tercero. Sandy y Dante hacen el amor como si fuera la última vez que estuvieran juntos.

- Cielo, ¡no siento las piernas! - menciona Sandy.

- ¡Yo te lo dije esta mañana!, - responde Dante - ¡ya estabas advertida!

- Si, - concuerda ella - a eso súmale mi cansancio crónico...

Después de un rápido encuentro en la ducha, deciden ordenar comida para retomar fuerzas. Cuando llega la pizza y Dante la coloca en la mesa Sandy come una tajada como si hubiese pasado días sin ingerir alimento. El muchacho apenas prueba su cena, no puede creer que su amada esté con él, que hayan hecho el amor en el sofá de la sala, con repetición en el baño, que está comiendo con él en su mesa y aún no se ha ido, ¿podría ser esto cierta tanta belleza?.

- Mi amor, me tengo que ir ya.

No es tan cierta como parece.

- Muñeca, ¿te das cuenta que nuestros momentos son así siempre? - responde el, apesadumbrado

- Si Muñequito, pero yo también tengo un hijo y quiero aprovechar para estar con él también, todo va a cambiar pronto, ¡aguanta un poquito más!

- Entonces, yo te llevo y así me quedo un rato allá - Le tocó resignarse.

- Cielo, preferiría esta vez que solo me dejaras en la casa, hace rato que no tengo un tiempo de madre-hijo.

- Entiendo - responde Dante - pero quiero que el domingo vengan conmigo, pues mi papá está en el país y sabes que el quiere a Sebastián como si fuera su nieto, y que le gusta jugar ajedrez con él,

- No sabía que el señor Salvatore ya estaba aquí, ¡hay que prepararse!, no sé si sigue enojado conmigo por no haber aceptado tu propuesta de matrimonio...

Dante le propuso matrimonio a Sandy hace seis meses atrás, exactamente en la fiesta de cumpleaños del padre de Dante, el señor Salvatore De Laurentiis. Ella no dijo "¡no!" pero se demoró en dar su respuesta y su futuro suegro lo tomó como una afrenta, ella no tuvo tiempo de explicarle que aún no estaban dadas las condiciones para que eso ocurriera.

Sandy llega a su casa en el carro de Dante, adormilada y feliz, hacía un buen tiempo que no tenía una noche libre a mitad de semana y no le queda mucha energía para seguir, se aterroriza al pensar que podría quedarse dormida cuando esté con Sebastián o cuando esté haciendo su parte del trabajo que le corresponde.

- Vas a estar bien - Dante se da cuenta de los miedos de su amada y la tranquiliza - ¡vas a lograrlo!, no te dormirás, en cuanto veas a tu hijo, eso no pasará.

- ¡Gracias, muñeco!... - responde ella, y de pronto surge - ... ¿sabes qué?.

- Dime.

- Deseo convertirme en tu esposa... en cuanto sea el momento. 

Sandy entra en su casa justo en el momento en el que su mamá está en apuros con una tarea de Sebastián, Doña Mara está complacida de ver a su hija en casa, en parte porque ella es quien puede sacarla del embrollo en el que está metida. Una vez resuelta la tarea, Sandy se sienta con Sebastián y su mamá frente a la televisión para ver un programa juntos, Sebastián es el encargado de decidir cuál programa ver juntos en familia.

- Mija, ¿cómo le hiciste para salir temprano?

- Hoy me tocaba quedarme, mamá - responde Sandy - me traje el trabajo a casa.

- ¿Segura que no te dirán nada mañana?

- No lo sé, pero ¿saben qué?, ¡no me importa!, ustedes lo valen.

- Mamá - dice Sebastián - te pueden echar, ¡no quiero que eso pase!

Sandy contempla a su hijo, le sonríe levemente y lo calma llevándolo a su regazo:

- Amor mio, no pasará... ¡yo los dejaré a ellos muy pronto!.

Tuvieron una noche muy animada y así de animada fue corta, después del programa que eligió Sebastián (un documental sobre las artes marciales), Sandy llevó a Sebastián a su habitación para acostarlo en su cama, allí Sandy se dió cuenta que su hijo ya no era más un bebé (¡mamá!, ¡yo estoy muy grande para que me leas un cuento!). Sandy sentía ese delicioso cansancio que se produce después tener sexo, ahora que le tocaba dedicarle tiempo a su parte del trabajo con Mario su cuerpo está en su contra...

- Mija - ha llegado la caballería a la sala de la casa - le preparé chocolate pa' que resista un poco más.

- ¡Gracias mamá!

Al agotamiento que siente Sandy se le ha sumado el arrepentimiento por lo ocurrido en la mañana, se siente "Canalla de primera clase" frente a su mamá:

- Mamá, ¡perdóname por lo de ésta mañana! de verdad...

- ¡No mija! - le interrumpe - ¡discúlpeme usted a mi!, me desesperé porque anoche Sebastián me dijo algo que me dolió mucho y me llenó de rabia

- ¿Que le dijo el?.

- "Yo soy el único que no cuenta con su mamá" - hay tristeza en su voz - ¡eso me dijo él!, ayer fue la entrega de boletines del primer trimestre del año y tu no pudiste it.

Eso, eso pega más fuerte en Sandy de lo que lo haría un tren en movimiento, se da cuenta una vez más que no sólo ella trabaja para TestPharma, sino también su hijo porque aporta el tiempo que debe pasar con su mamá y éste jamás ha sido ni será remunerado, ella tiene que hacer algo para cambiar la situación de Sebastián.

- Mamá, solo espero que ese trabajo me salga para irme ya de ese feo lugar.

Doña Mara comienza a darle un vistazo a los papeles que trajo Sandy a casa, le propone que ella puede ayudarla y saldrían más rápido de eso.

- Mija, después del “ñongo-ñongo” uno lo que quiere es descansar.

- ¡Mamá! - se escandaliza la hija.

- Ojalá no dejes semejante sequía otra vez, ¡pobre hombre!

Sandy le explica a su mamá lo que hay que hacer, se sintió agradecida de que su mamá quisiera brindarle una mano, esos actos de solidaridad son poco comunes allá en su trabajo, a menos que sea una orden directa o algo en lo que peligren todos. Hoy es un día casi perfecto para Sandy: lleno de momentos de a retazos, momentos fugaces en los que se salió de la rutina y compartió con los suyos pero los dejó pidiendo más de ella, más momentos así pero que tengan una duración considerada normal. Para rematar ese día fuera de lo normal para Sandra Borrero, pasa algo inesperado que la hace ir a descansar antes de medianoche:

- Mija, comparé éstas corridas con el método que me dio, ¡estas son mijita!

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