miércoles, 12 de febrero de 2014

Capítulo 3: Omar Sinning



Han pasado dos semanas desde que Sandy pudo compartir con los suyos. El trabajo para Pharmabin se está llevando a cabo sin ningún inconveniente, eso si nos referimos como inconveniente a los permisos para ir al médico o al banco a pagar los servicios y a salir apresuradamente y sin aviso ante alguna emergencia familiar. Todos han dado lo mejor de sí y lo que sus familias podrían darles si pasaran más tiempo juntos, quedándose hasta altas horas en la madrugada sin pagarles las horas extras y de paso, volver a la hora de entrada.

La decepción apenas si deja trabajar a Sandy, se enteró hace algunos minutos que Gabriela, una de sus compañeras “pasará a mejor vida”, bueno así dicen dentro de “Auschwitz” cuando alguno logra salir de allí con un ascenso o con un nuevo puesto en otra empresa. La compañera de Sandy fue la escogida para la vacante que ella aspiraba a llenar para salir por fín. Una vez más Sandy tendrá que postergar sus planes.

- ¡Vamos, Sandy! - Emma trata de animar a su amiga en la hora de almuerzo - si no quedaste, ¡no importa!, tal vez ese no era tu chance.

- Emma, ¿sabes cuántas veces me has dicho lo mismo? - responde una triste Sandy - ¡cinco veces!

Emma se queda sin qué responder a eso. Sandy continúa con su descarga:

- ¡Cinco veces!, ¡las mismas cinco veces que he hecho proceso! ... ¡es frustrante!

- ¡Por eso sabía que debía sacarte de allí e invitarte a almorzar fuera!...

Emma fue compañera de área de Sandy y se convirtieron en grandes amigas, fue ascendida a analista hace dos años y trabaja en el laboratorio, siempre ha sido el apoyo de Sandy en los duros momentos en "Auschwitz". Emma conoce de antemano lo que es trabajar en esa área por eso entiende la frustración de su amiga y seguramente sabe que cuando “pasó a mejor vida” yéndose al laboratorio de control de calidad Sandy deseó ser la elegida en ese momento, pues ambas concursaron por el cargo.

- Bueno - al fin Sandy se resigna - no hay que llorar sobre la leche derramada, ¡será en otra ocasión!, soñaba con poder pasar más tiempo con Sebastián, mi mamá y Dante... ¡y la tumba de Omar no tiene flores!, ¡este trabajo me ha robado todo!

- Entonces ¿porqué no lo dejas? - le propone Emma - de pronto el trabajar en TestPharma te está echando la sal

- ¿Cómo crees que voy a sostener a mi familia? - responde Sandy, indignada con su amiga por hacerlo parecer fácil.

- A ver, Sandra - Emma se pone seria - tienes lo que quedó del dinero del proceso de tu esposo, ¡puedes poner un negocio!

- Ese dinero es para pagar la universidad de mi hijo, ¡ese dinero es intocable!

- Puedes volver a poner en venta el apartamento, está en un sector muy bueno de la ciudad, seguramente habrá alguien que quiera comprarlo... 

- Si, sería la enésima vez que lo intento vender - dice Sandy lacónicamente

- Y eso que no hemos hablado de la propuesta de Dante...

- ¡Ya sabes lo que pienso acerca de eso!... ¡¿podemos comer en paz?!




**********

A tres horas de terminar oficialmente la jornada laboral, Sandy y sus compañeros están a la expectativa, habían terminado de armar la documentación para la auditoría de Pharmabin S.A. y la están revisando los coordinadores de laboratorio, si todo estaba en orden, podrían salir a las seis, ¡un viernes saliendo temprano!, ya algunos estaban planeando salir a tomar unas cervezas como mínimo... Herr Linda, con aire de tranquilidad, les da la noticia que todos desean escuchar con ansias:

- Bueno muchachos, ya todo está listo para ser enviado a Pharmabin S.A., no le hace falta nada... 

Herr Linda no es capaz de felicitar a su equipo por el trabajo realizado, no se da cuenta de lo que ellos sacrifican, y como ve que cumplen, se aprovecha para sacarles hasta la leche, demostrando que pueden quedarse hasta tarde, así sea cazando nargles, solo si ella así lo quiere:

- Pero recuerden que el trabajo está aumentando, así que aprovechen hoy, descansen que lo que se viene va a estar más teso que lo que acabaron de hacer para Pharmabin...

Herr Linda se va a su puesto. Nada de lo que dijo la agente de la Gestapo pudo dañar el humor de Sandy y sus compañeros y ya estaban planeando dónde ir en un viernes de noviembre como ese:

- Sandy - dice Mario - hace rato que no sales con nosotros, ¡hay que celebrar cuando se puede! ¿no?, ¡vamos a tomar algunas “frías”!

En medio del ambiente festivo, Mario cree que Sandy puede estar con él, así sea en compañía de sus compañeros y aprovecha cada momento que puede, pero ella tiene otros planes en mente:

- No puedo ir a tomar cervezas con ustedes, Sebastián salió de vacaciones, voy a aprovechar para estar con él.

Sandy se retira a su puesto para llamar a Dante y a avisarle que se va con él en su carro, Mario solo puede ver cómo sonríe mientras habla por el celular... "Yo soy el único que puede estar con ella y no se da cuenta... yo soy el único que puede amarla de verdad, pero ella jamás me verá como lo que soy en verdad, me ve como su hermano". Ese pensamiento erradica de su cabeza la emoción de un viernes libre.



**********



Sandy llega a su casa en el carro de Dante, han estado hablando durante el camino acerca de sus planes para el primer fin de semana que tendrían desde hace mucho tiempo:

- ¡Estoy muy feliz! - exclama Dante - ¡por fin estaremos juntos el fin de semana!, quiero que compartamos el mayor tiempo posible con Sebastián, - se le enciende el bombillo - ¡ya sé!, ¡¿por qué no nos vamos para Santa Marta?!... ¿que dices mi vida?

Desafortunadamente ese fin de semana libre que fue concedido como recompensa de tanto sacrificio de Sandy y sus compañeros coincidió con una fecha especial para la familia Sinning Borrero. Sandy se siente obligada a cortar las alas a su novio:

- Mi amor, me gustaría pasar parte del fin de semana con mi hijo y contigo por separado, aparte de tener tiempo para estar los tres juntos, además, este domingo es el cumpleaños de Omar y siempre hemos ido a visitar su tumba.

Dante comienza a tener sentimientos encontrados: un lado de él comprende a Sandy pues ella debe fortalecer los lazos con su hijo además de ayudar en la construcción de los lazos de él con el niño, también entiende que su difunto esposo ocupa un lugar importante y no puede ir al cajón del olvido de la noche a la mañana. Otro lado desea acaparar a Sandy y no tener que compartirla con un niño ni mucho menos con un muerto. 

- Esta bien Sandy - le dice - tú dirás qué vamos a hacer.

A Sandy no le gusta la actitud con la que su novio se ha tomado lo que le dijo pero no le dio trascendencia, lo importante es que compartirán tiempo junto con todos, hasta con su difunto esposo.

Esa noche salieron a comer todos fuera en una pizzería, pues fue el pequeño Sebastián quien decidió. El niño aún tiene cierta prevención con el novio de su mamá, hay que entender que su caso no es como aquellos normalmente vistos cuando uno de los padres se involucra con otra persona diferente, en esos casos los dos padres están separados de común acuerdo, en el caso de los padres de Sebastián, la muerte fue la que los separó y el niño no concibe a su mamá con otra persona diferente a su padre, a quien vio morir y el trabajo de Sandy no ayuda a cambiar su percepción de la situación pero está abierto a darle una oportunidad a Dante, Doña Mara y Don Salvatore han ayudado mucho a que Sebastián le dé ese chance que Dante no piensa desperdiciar.



Dante va a recoger a Sandy en su casa, sábado en la noche según lo acordado porque Sandy decidió pasar el día con Sebastián y Doña Mara para fortalecer los lazos que TestPharma ha debilitado (según Sandy). Él ha planeado invitarla a comer a un buen lugar y llevarla a un club a bailar, además de amanecer en su apartamento pero las cosas no salen como las imaginó:

- Mi amor, no podré quedarme en tu apartamento...

- Pero...

- Tú sabes qué fecha es mañana, no puedo dejar de ir... pero me quedaré contigo mañana y nos iremos al trabajo juntos...

- Mi vida, ¡no será lo mismo! - comienza el reclamo formal de Dante - ¡tendremos que madrugar!, ¡no alcanzaremos a hacer nada!... ¿por qué tengo que ser yo el perjudicado?, ¿eh?

- Dante, - Sandy muestra su indignación ante la queja de su novio - ¿qué es lo que te pasa?, ¡tú ya sabes qué fecha es mañana!, ¡nunca te has quejado de eso!, ¡no seas injusto conmigo!

- Mi amor, - Dante se defiende - ¡no hemos podido estar solos en dos semanas!... entiendo tu situación , pero te pido que me tengas en consideración un poco, últimamente no lo estás haciendo.

Ante el descontento arraigado de su novio, Sandy se juega su última carta y le hace una oferta a Dante que no puede rechazar:

- Te prometo que te voy a compensar mañana, planeo incapacitarme para quedarme contigo el lunes... ¡todo el día!...

- Entonces tenemos un cambio de planes, ¿qué te parece si comemos en mi apartamento?, digo, para aprovechar el tiempo y te llevo a tu casa a la hora de la cenicienta.

Desde que están juntos, Sandy y Dante poco salen a la calle como pareja, siempre hay algo que les hace comportarse como amantes furtivos aparte de ocultar su relación en el trabajo. Ordenan una pizza y la comen en el balcón. Aunque este fin de semana ha salido a pedir de boca, ella no puede sentirse del todo satisfecha: sabe que está forzando a Dante a ceder ante lo que ella quiere y eso está generando serias grietas a las bases de su relación con él, todo ha sido bajo sus condiciones y no es para menos pues ella es una joven viuda con un hijo que ya es casi un adolescente, sin embargo, ella debe recompensar su esfuerzo y hacerle ver que a ella le importa todo lo que tenga que ver con él, todo lo que lo hace feliz; para ella no es fácil ceder un poco, más allá de las circunstancias, Sandy no puede hacer caso omiso de sus sentimientos por su difunto esposo, con aquel hombre con el que soñaba pasar el resto de sus días, por el que se decidió aún siendo una adolescente y al cual le tuvo un hijo. Desde que la vida le cambió los planes, lo único que ha hecho Sandy es improvisar y siente que su relación con Dante es solo eso, improvisación.

La noche muere prematuramente para Sandy y Dante, éste se da cuenta que no podrá tener siquiera un rapidito con ella, pues Sandy tiene su mente en otra parte, su mente está con Omar. Dante decide llevarla a casa, él comprende a regañadientes que debe darle tiempo, incluso el que no desea darle.



**********



Es la mañana del domingo 9 de noviembre, si Omar Sinning estuviese vivo, tendría 39 años cumplidos, sería el dueño de una distribuidora mayorista de medicamentos y dispositivos médicos junto con su socio y Sandy seguramente trabajaría en ese ámbito de la carrera y tendría el tiempo para compartir con los suyos y sus planes marcharían a su ritmo, tal vez Sebastián tuviese un hermano o hermana pero la realidad es otra: a la familia Sinning Borrero le fue arrebatado un miembro la noche del 30 de agosto de 2008.

- Mija - le habla Doña Mara - ¿no piensas desayunar?

- No, mamá, - le responde Sandy - no tengo hambre... si Omar estuviera vivo yo le estaría llevando su desayuno de cumpleaños a la cama en éste preciso momento.

Mientras brotan las primeras lágrimas del día, Sebastián está sentado en aquella mesa, taciturno, viendo quimeras. La forma como fue arrebatada la vida de Omar Sinning fue absurda, pero representa su máxima entrega, pues Omar Sinning ofreció su vida a cambio de que su hijo continuara con su existencia, después de eso Sandy lo amó aún más de lo que lo amaba cuando vivía y es por eso que a ella le cuesta avanzar aunque está persiguiendo lo que Omar quería darle a ella a cada segundo: felicidad. 

Sandy conoció a Omar Sinning en la fiesta de una prima que tienen en común, Omar tenía 25 años y Sandy era una quinceañera pero eso no fue motivo para que éste quedase prendado de ella, era consciente de que la relación era imposible de darse e intentó alejarse pero el amor pudo más: Comenzaron a verse a escondidas, él la buscaba al colegio a la hora de salida y la llevaba a conocer la ciudad, Omar se dedicó a hacer feliz a Sandy desde el primer momento en que comenzaron a salir y estaba presto a cumplir los deseos de ella, gracias a eso en muy poco tiempo los padres de ambos se enteraron de aquella relación prohibida que llevaban y hubo una seria oposición de ambas partes por la cual su amor sufrió momentos indecorosos: el primero de ellos fue cuando Doña Mara llevó a Sandy a la inspección de policía con el fin de poner una caución en contra de Omar, para eso tuvieron que chequear a Sandy y comprobar si la pequeña había tenido relaciones íntimas con el denunciado, la prueba se hizo en un hospital, pero el despliegue que hubo ese día por parte de las autoridades magnificó la situación, el chisme rodó y le creó a Omar una mala reputación en menos de 24 horas y en menos de ese tiempo se alejaron los amigos que tenía donde vivía y en la universidad donde estudiaba; los vecinos exigían a la familia de Omar mudarse a otra parte, ése fue el segundo momento indecoroso; cuando se dudaba que la situación podía crecer más, ésta lo hizo al momento que una que otra compañerita de Sandy que quería el protagonismo, decía haber estado con Omar antes que ella ¡y remató al ser publicado en el periódico local!... La situación se estaba volviendo extrema, la Soledad era lo único que rodeaba a Omar y Sandy sufría al no poder estar con él y confrontar al mundo entero. Omar tuvo que pedir a su universidad una transferencia a la capital del país y huir de la tormenta mediática que se había cernido sobre él, Sandy por su parte se sentía más sola que nunca y el odio por su mamá creció con cada día que pasaba: andaba sin celular, le quitaron su laptop y podía salir una hora al día y tenía que ser escoltada por su hermano mayor a dónde fuera ¡y eso que ella no tuvo intimidad con Omar mientras anduvieron juntos!.

Tres años pasaron desde aquel escándalo, Omar se había establecido en la capital, Sandy cumplió la mayoría de edad, ella sentía como si hubiese salido de prisión y sentía el sol calentando su rostro, en vez de ir a la universidad al terminar la escuela, comenzó a indagar por el paradero de Omar, pues ella no lo pudo olvidar después de tantas trabas puestas en su camino. Por fortuna, todo el asunto fue olvidado y el muchacho pudo regresar a su casa de vacaciones, eran pocos los que tenían prevención hacia él, en esa ocasión Omar llevó a su novia para que conociera a sus padres, al parecer había hecho borrón y cuenta nueva, pero no contaba con encontrarse a Sandy más atrayente que la primera vez que la vió, coincidieron en un centro comercial:

- ¡Hola! - le saludó Sandy, notoriamente nerviosa por encontrarse con su primer amor, aquel hombre moreno de ojos claros, alto y acuerpado.

Omar estaba impactado por su belleza, aún más que cuando la vió en la fiesta.

- Sandra, - balbuceó - ¡tanto tiempo!...

- ¿Sandra?, ¿cómo que Sandra? - Le reclamó ella - ¡tu me llamabas Sandy!, ¿recuerdas? ¡sólo tú me llamabas así!, ¡los demás me llaman Sandra!

- Perdona Sandy, el tiempo ha pasado y las cosas cambiaron...

- ¡Soy mayor de edad! - exclamó ella - ¡por supuesto que las cosas cambian!, Omar, ¡yo no te he podido olvidar!...

Fue doloroso para él bajarla de la nube donde estaba montada:

- Sandy, como dijiste, eres mayor de edad, apenas comienzas a vivir, debes aprender a diferenciar, te has encaprichado conmigo... aún no sabes lo que es el amor...

Lo que éste ignoraba era que Sandy a pesar de su corta edad, parece haber vivido lo suficiente para entender que lo que sentía por él no era un capricho de quinceañera:

- Supongamos que es así, entonces, tu eres un inmaduro, ¿cierto? ¡tú te encaprichaste conmigo al igual que yo!

- ¡Eso no es cierto! - replicó él - ¡yo me enamoré de ti!... ¡te amaba!, ¡tuve que soportar cosas feas!, ¡me tuve que ir de la ciudad!...

- ¿y Entonces?, - le interrumpe ella - ¡entonces me olvidaste!, ¿cómo puedes decir que me amaste entonces? ¡cuando uno ama con toda el alma, uno no olvida así nada más porque sí!

Omar quedó impresionado y estaba seguro de no haberla olvidado, lo único que hizo todo ese tiempo fue resignarse a no estar con la mujer que amaba y seguir con su vida como modo de defensa. Sandy se fue furiosa, tratando de odiarlo con todas sus fuerzas porque Omar no fue leal a sus sentimientos como lo había sido ella, se preguntaba cómo sería intentar vivir su vida sin él pero llegó a la dolorosa conclusión de que sería imposible, pues no se puede vivir sin amor. Él la siguió hasta la parada del bus y se sentó justo al lado, no se hablaron en todo el viaje desde que subieron al automotor pero le entregó un papel antes de bajarse, Sandy lo leyó, decía: "Tienes razón, cuando uno ama, no olvida... ¡no he podido olvidarte Sandy!" y tenía su número de celular anotado. 

En los días que siguieron después de eso, Omar terminó con su novia, renunció a su trabajo en la capital y consiguió uno en la ciudad. Omar y Sandy dieron rienda suelta a la pasión contenida por todo el tiempo que anduvieron separados, la intimidad fortaleció aún más su relación y a los dos meses de encontrarse Sandy estaba esperando a Sebastián, se casaron a las pocas semanas de confirmar la dulce espera.

Aunque todo matrimonio tiene sus altibajos, se reportaba normalidad en la familia Sinning Borrero: Omar trabajando duro y a las puertas de convertirse en un gran empresario, Sandy era una ama de casa que estudiaba la misma carrera que estudió su amado esposo para estar más cerca de él y llenaban de amor a su pequeño hijo. El 30 de agosto de 2008 cambió todo en cuestión de segundos: Omar y Sebastián, que en ese entonces tenía 6 años de edad, caminaban por una acera, se dirigían a casa y llevaban la cena con ellos, Omar no se dio cuenta a tiempo de que un conductor borracho había saltado con su vehículo a la acera por donde iban ellos caminando, al ver el camino hacia adelante de ellos iluminado por debajo, éste hizo lo que pudo en el momento: aventó a su hijo hacia un local abierto y el carro le pasó por encima, quitándole la vida al instante.

Han llegado al cementerio, Sandy, Doña Mara y Sebastián se encuentran al pie de la tumba de Omar, una tumba sin cuidado alguno, con algunas flores marchitas en pie dentro del jarroncito, las demás hechas polvo sobre la lápida y se juntan con el polvo de la tierra que se encuentra encima. Sandy se dedica a arreglar la tumba y colocarle flores, el recuerdo de su amado esposo se hace más vívido: recuerda aquella fiesta donde lo conoció, recuerda cuando lo volvió a ver en aquel centro comercial, cuando se casó con él, rememora las muchas noches que compartían juntos, Sandy estaba segura que su matrimonio sería para toda la vida, pero fue la vida quien le arrebató su seguridad. A partir de allí ya nada es seguro, solo una cosa:

- ¡Ay Omar! - le dice Sandy al viento, como si su difunto esposo le estuviese acariciando el rostro con cada ráfaga que sentía - cuando uno ama con toda el alma, uno nunca olvida…

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