martes, 25 de febrero de 2014

Capítulo 4: Expiación



Es la tarde del 9 de noviembre y Sandy se alista para cumplir con lo prometido a Dante. Tiene sentimientos encontrados: por un lado ella siente muchas cosas por su novio, lo ansía, lo desea más allá de lo físico y por otro lado aún sigue amando a su difunto esposo, siente que le es infiel a su recuerdo. Vacilante, decide llamar a Dante:

- ¡Hola, mi amor! - le contesta Dante - ¿cómo estás?

Sandy vacila una vez más: su corazón está golpeando su pecho y se agita al escuchar su voz.

- ¿Pasa algo Sandy?

- ¡Nada!, - niega ella - es solo que...

No es necesario que Sandy le explique a Dante lo que tiene, él sabe que Sandy aún se encuentra en un conflicto interno, ha tratado de ser muy comprensivo, quiere consolarla y estar con ella pero por otro lado está hastiado de la situación porque realmente el único que ha cedido en todo es él. 

Dante tiene razones fuertes para estar harto: tuvo una relación tormentosa con una mujer casada. Sabe lo que es ser movido al último lugar, es lo irritante de ser el único que pone su corazón en la brecha. 

- Entiendo que te sientas afectada por lo que significa esta fecha, si no quieres salir...

- ¡Quiero verte! - le responde ella, de golpe, tomando impulso desde su diafragma.

- ¿Estás segura?

- ¡Segura!

- Espérame, voy a recogerte...

Dante la recoge en su casa, de ahí fueron al cine, y después de allí la llevó a cenar, por un momento Sandy aparenta normalidad pero es claro que su mente está en la eternidad buscando el alma de Omar donde sea que esté. Un desilusionado Dante no disfruta su cena a pesar de que se comió todo lo que había pedido. Cuando llegan al apartamento, ambos llegan al punto de disparar a quemarropa las verdades:

- ¿Aún lo amas Sandy?

- Tu sabes la respuesta... 

- Amor, ¡de veras que te entiendo!, pero me ha costado aceptar todo, me siento desplazado por tu trabajo, tu hijo, un difunto, ¡yo estoy al último!...

- ¡Tu no tienes ni idea de lo que siento!, ¡el hecho de amarte es lo que me tiene así!, ¡siento que le soy infiel!... ¡no quiero lastimarte! ¡no quiero...!

- ¡Lo estás haciendo!, - Dante le interrumpe abruptamente - ¡siento que soy yo el que lo está arriesgando todo!, ¡yo soy el que pongo mi corazón al borde!, recuerda que yo vengo de una relación que me hizo daño y nuestra relación se está pareciendo a la que tuve...

- ¡No compares a una zorra infiel con una viuda!... - le replica ella.

- No pienses que estoy comparando, pero siento igual que en aquella ocasión, ¡yo tuve que ceder mucho!, ¡mis deseos y sentimientos quedaron estancados!, si de verdad me amaras, ¡te gustaría estar conmigo!. y no como ahora que salimos, ¡quién sabe dónde carajo tenías la cabeza!

Sandy no hizo contraataque alguno, sabe que Dante tiene razón, que para salir de su conflictiva situación debe tener apoyo de su novio para vivir su amor a plenitud. Ella se le tira en los brazos, desatando un temporal de llanto que calmaría su interior, él solo la abraza y le acaricia su cabello, calmándola de a poco. 

La noche transcurre sin esperanza de reconciliación, Sandy se acuesta del lado derecho de la cama dándole la espalda a Dante pero éste no puede dormir, tiene necesidad de tomar a Sandy y amarla, quiere demostrarle que es lo suficientemente hombre como para hacerla feliz en todo los aspectos. Poco a poco se le da espacio al lúnes y Sandy no puede conciliar el sueño, en medio del fuego cruzado, esta vez por el profundo deseo que la une a Dante, quiere demostrarle que no es la mujer egoísta que él cree que es, que es capaz de entregarse a él por puro amor. "Omar se fue antes de tiempo y sin despedirse..." se dice ella en su mente, "Dante está aquí esperando a que lo ame". El torso desnudo de Dante la inquieta aún más, "¡quiero amarlo!" , se decide al fin.

Vencida por el deseo, Sandy pasa tímidamente sus dedos por la hendidura de la espalda de su novio y se acerca para darle besos tiernos en su nuca, él percibe las intenciones de Sandy pero prefiere seguir haciéndose el dormido y se da la vuelta dejando su pecho expuesto a las inquietas manos de ella, quien toma confianza en lo que hace atacando su pecho con besos y caricias, él insiste en resistir a la seducción de la que está siendo víctima, dejando que Sandy tome el control de la situación pero su miembro lo delata y no puede resistirlo más cuando Sandy comienza a succionar con fuerza su parte más erógena. Dante toma a su novia: le quita el pijama sin prisa y recorre su cuerpo con las manos, quedándose más tiempo en los senos y la vulva, dándole el placer del que Sandy se había privado de tener, sus areolas emergieron cual plantita emerge de la tierra y sus senos se hacen más apetitosos ante los ojos de él, ella se estremece toda al besar la boca de su amado mientras que éste entra en su guarida secreta y recorrre la distancia entre la cadera y la boca de ella con la suya llenándola de besos. Dante la embiste una y otra vez, penetrando más y más profundo, tratando de llegar a quedar fijo en ella sin darse cuenta que es ella quien llega a lo más profundo de él: alma con alma. Ellos se entretejen entre sí en medio de la pasión contenida en la ira y la desesperación de ambos que se ha escapado e inundado toda la habitación enviciando el aire, sus respiraciones son más intensas, lo que precede a una inclinación del cuerpo de Sandy en un arco de 90 grados, señal del orgasmo más intenso de ambos hasta ahora.

La mañana encuentra forma de entrar en la habitación de los reconciliados siendo un despertador infalible:

- ¡Dante! - le despierta Sandy - ¡debes ir a trabajar!, ¡llegarás tarde!

- Amor - le responde, desperezándose - ¡no hay problema!, yo le hablé a mi jefe ayer... no iré.

- ¿Te vas a incapacitar?

- ¡Sólo le pedí permiso! - responde él - hay algunas áreas de TestPharma que no han olvidado tener humanidad.

-¡Gracias por la parte que me toca! - refunfuña ella.

Dante se rie y Sandy le hace pucheros como niña pechichona que acaba de enojarse. Las risas se detienen.

- Por cierto, - pregunta Dante - ¿qué vas a decir en la clínica?

- ¡Tengo migraña! - le responde Sandy.

- ¡No deberías mentir!...

- ¡Y no lo hago!, este cuarto le entra más luz que al mio.

- Te acompañaré - resuelve él - quiero aprovechar cada segundo de este día contigo…




**********


La situación no mejora entre Sandy y Dante a pesar de aquel momento de amor entre ambos, lo único que se gozaron más aparte de ese lunes fue el celebrar el cumpleaños de ambos juntos, cumplen el mismo día y como siempre, Sandy no la tuvo fácil: sus compañeros la cubrieron para que saliera en la noche a celebrar pero no lo suficiente como para que Herr Linda notara su ausencia. 

A Sandy le es difícil olvidar el cuento de hadas que fue su matrimonio, Dante se hartaba de repetirle que viviera su presente con él, discuten con tanta facilidad (¡Te dije que no montaras más a la perra de la secretaria de tu jefe en el carro!) que los buenos momentos nacían muertos. 

Herr Linda le puso un memo por ausentarse en "horario laboral", Sandy se niega a firmar ese memo puesto que el horario entre las seis de la tarde y las cinco de la mañana no está contemplado en el contrato que ella firmó con TestPharma.

Han pasado dos semanas desde aquella noche que Sandy y Dante pudieron estar juntos. Los días para ella ya son lo mismo: comienzan con una correndilla para arreglarse, salir sin desayunar y sin despedirse de nadie, discutir con Dante en el parqueadero de la empresa porque sigue llevando a Linda, la secretaria de su jefe, quien quiere darle a él todo lo que tiene y tiene tiempo de sobra para hacerlo, además de soportar a Herr Linda y su insistencia para que firme el memo de la discordia:

- Sandra Borrero, - comienza la señora tenebrosa, quien le ha colocado el dichoso memo en el puesto - no quiero ser reiterativa en esto, recuerde que no le estoy rogando, ¡debe firmarlo!, ¡debe asumir con las consecuencias de su irresponsabilidad!...

Sandy, seriamente aburrida de escuchar su molesta voz saca el bolígrafo del gavetero, Herr Linda se va a su puesto con aire de triunfo, que se esfuma de repente cuando Sandy le lleva el dichoso documento ya firmado a su puesto, pero incluye una anotación: 

"Acepto el hecho de salir de la empresa después del horario de trabajo establecido por el contrato que firmé con TestPharma S.A.".

Herr Linda como deseaba tener un arma en ese momento para fusilarla, tal cual como lo hacían los oficiales nazi a cargo de los campos de Auschwitz cuando alguno de sus presos no hacían su labor.

- Como te lo había dicho antes, "jefe" - le dice Sandy - ¡no firmaré eso pues no es justo!

- ¡Tu insolencia la pagarás caro! - sus ojos amenazan con salirse de sus cuencas.

- Te hago una pregunta "jefe", ¿en recursos humanos saben que nos quedamos hasta el día siguiente trabajando?, ¡yo sé que no!... ellos no consideran eso justo, y tu lo sabes "jefe"

Herr Linda cae en la cuenta en ese momento que no es todopoderosa, ese memo le traería más problemas a ella que a Sandy.

- Hagamos algo: no paso el memo, pero viene el domingo a trabajar y paga su día, este domingo sus compañeros descansarán y solo usted vendrá, ¿está claro?

- Bueno, "jefe".

El arreglo que hicieron no deja contenta a la malvada bruja, sus intenciones son claras: dañar la hoja de vida de Sandy para sentar un precedente y dejar en claro quien es la que manda pues sabe que tanto Sandy como los demás subalternos están acostumbrados y son casi inmunes a su acoso. El fastidio que Herr Linda tiene por Sandy es cada día más punzante, como a ella ya le dejó de importar que el concepto de ser buena empleada en esa área implica ser estúpida y dejar que la usen como trapo viejo, se ha convertido en objetivo militar.

La oficial nazi debe reportarse ante la Gestapo en pleno, la han mandado a llamar. Esto no ocurre con mucha frecuencia, cuando las directivas del área de calidad llaman a un coordinador de grupo no es precisamente para recibir halagos y cumplidos por la explotación del personal ni mucho menos por el rendimiento de su grupo de trabajo. Herr Linda llega con cara de derrota a “Auschwitz”.

- ¿Vieron eso? - dice Eliana, una de las compañeras de Sandy.

- ¡Oh no! - dice Janina - ¡"el baño" comenzará más temprano que de costumbre!

Sus temores se confirman:

- Muchachos - les anuncia Herr Linda - los espero en la "sala de juntas".

La "sala de juntas" no es más que el resto de la bodega que no fue "arreglada" para convertirse en oficinas, aún tiene algunos estantes en mal estado y montañas de caja puestas una sobre otra de forma desordenada. En ese espacio donde la mugre es tal que causa picazón desde la nariz hasta los pulmones Herr Linda hace algunas de las reuniones con ellos solo por el placer de ver su incomodidad y así seguir teniéndolos dominados pero es claro que a Sandy le da igual.

- Muchachos, Pharmabín ha presentado un reclamo a TestPharma con motivo del trabajo que hicimos, las personas que los auditaban se dieron cuenta de errores en las copias de la bitácora que hicimos aquí y que enviamos como soporte de los tratamientos del estándar y las muestras, los cálculos no corresponden a lo mostrado en los soportes cromatográficos que enviamos...

Las caras de asombro no se hicieron presentes, cada uno de ellos sabía que llegaría el día en que tuvieran un error así por culpa de la explotación por parte de TestPharma.

- El director técnico quiere reunirse con nosotros para saber de boca de ustedes qué fue lo que pasó y no solo estará él, sino que además estará presente alguien de jurídica pues Pharmabin puede aprovecharse de eso para no pagar lo que nos debe. Mañana deben venir antes de las ocho de la mañana, y por favor, les agradezco encarecidamente que vengan bien vestidos, ¡nada de leggins señoritas!, los caballeros deben venir bien afeitados y Mario...

- ¿Si? - contesta él.

- ¡Córtese esa melena!

Ese día en particular pasa muy lentamente para Sandy y sus compañeros, por más que trabajen a un ritmo más rápido de lo normal el reloj de la pantalla de inicio en el computador parece cambiar de hora con dificultad. Les permitieron salir a las ocho de la noche para que tengan un "sueño reparador" que les quite la cara de esclavos que se gastan.




**********


El miércoles llegó rápidamente contrario a los deseos de Sandy, quien no quería que llegase. Las poquísimas veces que el director técnico se reúne con ellos no es precisamente para felicitarlos por tan excelente labor y por poner a TestPharma en primer lugar en sus vidas, por encima de Dios, su familia y sus amigos, además en esas ocasiones los regaños son como los terremotos: después del grande vienen las réplicas.

Dante recoge a Sandy en la portería del edificio donde vive. Ella le comenta lo de la reunión cuando él le preguntó qué le pasaba, Dante le dice que estará también en aquella reunión. Por hoy coincidirían en una situación incómoda dentro de la compañía. 

Sandy y sus compañeros esperan en “Auschwitz” la hora de la reunión a la que nadie quiere asistir, Les da lo mismo lo que les van a decir y les fastidia aquellas palabras que aún no han escuchado.

- Es hora muchachos - les avisa Herr Linda.

La marcha fúnebre ha comenzado, Sandy y sus compañeros forman una fila detrás de Herr Linda, ya les había arruinado su día antes de ingresar a la oficina donde se llevaría a cabo la confrontación. A Sandy le cuesta caminar, su cuerpo revela sus deseos de huir. 

A duras penas llegan todos a la oficina del director técnico. La última vez que Sandy estuvo allí fue en una situación similar a la de ahora, salvo que tenía otra coordinadora diferente a Herr Linda que demostró ser parte del grupo y se hundió con él; claramente Herr Linda es todo lo opuesto, lo que significa que se lavaría las manos en cuanto tuviera la oportunidad:

- Señor director, este fue el grupo encargado de trabajar para la auditoría de Pharmabin S.A.

Dante, quien también se encuentra allí, tiene una expresión de desconcierto en su cara y Sandy se da cuenta de lo que sucede. El regaño del director técnico pasa a segundo plano, "¿por qué Dante se puso así?, ¿qué será lo que le sucede?". Sandy reprime las ganas de lanzarle el lapicero que tiene en la mano para preguntarle delante de todos la razón de su asombro. Herr Linda lo está mirando también, con disimulada curiosidad. Mientras hablaba el director, ésta miraba de reojo a Dante con frecuencia y Sandy se da cuenta, al parecer nota un ligero brillo en la mirada que Herr Linda le da a su pareja. "¿Que carajo le pasa a esa perra con Dante?, ¿acaso no ha visto tal ejemplar de hombre?, ¡lo lamento bruja pero es mio!" eso era parte de lo que pensaba Sandy mientras asesinaba a Herr Linda disimuladamente con la mirada. 

- Normalmente ustedes revisan la información que sale de laboratorio, ¿cierto? - pregunta el director.

- Así es - contesta Herr Linda, perdiendo atención en Dante al dirigirse al director - El cliente manda su metodología de análisis y se compara con las pruebas hechas por nosotros aquí en el laboratorio y partimos de pruebas similares a las descritas por el cliente. Una vez terminado el montaje se revisa varias veces por los coordinadores del laboratorio no sin antes de haber revisado nosotros para evitar contratiempos.

- Con eso no tuvimos problemas - dice el director - pero quisiera saber qué sucedió con las bitácoras, ¿por qué no se revisó de la misma forma?, recuerden que se les confía una tarea y cuando ustedes nos fallan, la empresa es la que queda mal.

La corazonada de Sandy se hace realidad: Herr Linda toma su oportunidad de lavarse las manos:

- Lo de las bitácoras fue a última hora que el cliente las pidiera, desafortunadamente en esos días tenía a mi hija enferma y no me hice cargo de eso, Sandra Borrero puede hablarle sobre lo que pasó con las bitácoras.

Al parecer Herr Linda aprovecha no sólo para lavarse las manos, sino que además encuentra la forma de hacerle pagar a Sandy su insolencia por lo del memo, Sandy se esperaba que al menos el director les pregunte acerca de lo que creen que pasó con las bitácoras además del regaño, pero no pensó que la aventarían al pozo de los leones sin previo aviso.

- Bueno, no puedo negar ese lamentable incidente que ocurrió con su hija - le dice el director - ¿quien es Sandra Borrero?.

"¿Qué quién es Sandra Borrero?, al parecer éste idiota se olvidó que fui yo quien le hice el dos con Sofía".

- Soy yo señor Rafael.

- Sandy, disculpe, es raro escuchar su nombre de pila.

- No se preocupe señor - le disculpa hipócritamente y comienza a improvisar - Normalmente se revisa todo lo que entra y lo que sale del área de documentación, lo que pasó con las bitácoras fue producto de la falta de experiencia con llenarlas pues son raros los casos en que el cliente las pide...

- Señorita Borrero - interviene uno de los jefes del área de laboratorio - eso no es excusa para lo que pasó con Pharmabin, ¡era para una auditoría lo de ellos!.

- Tiene usted razón - le responde Sandy - pero las bitácoras las llenan exclusivamente los analistas de laboratorio y nosotros no tenemos la capacitación para hacerlo, sin embargo lo que hicimos ante eso fue buscar el apoyo de laboratorio, y aunque nosotros teníamos ciertas objeciones sobre los cálculos, nos dijeron que lo dejaramos así y que cambiáramos sólo algunos números para que coincidieran con las corridas que sí estaban bien hechas.

- Señorita Borrero - interviene el jefe de Dante encargado del departamento de judírica - por culpa de éste error no podremos proceder con el cobro judírico que pensabamos hacerle a Pharmabin en este mes, alegarán que hubo incumplimiento del contrato, ¡su error le costará millones a la empresa que no se podrán recuperar!, ¿entiende usted eso?, ¡No nos puede salir con eso de falta de experiencia con las bitácoras!.

El jefe de judírica no se imagina en que campo minado fue a parar. Sandy está sobresaturada de tantos años empeorando su vida para que TestPharma sea cada vez mejor, al igual que sus compañeros, pero éstos no tienen el tiempo que tiene Sandy en el área, así que su capacidad para aguantar humillaciones públicas es "óptima". El jefe de judírica acaba de activar una mina.

- Con el respeto que usted se merece señor, estos son riesgos calculados para una actividad como la que nosotros ejercemos en el ambiente y nivel que la empresa nos mantiene: TestPharma hace una inversión inferior al área de calidad en comparación con jurídica, con tesorería, entre otras áreas. Por falta de inversión los analistas de laboratorio desconocen ciertos procedimientos de los que mis compañeros y yo conocemos y nos las pasamos corrigiendo en nuestro trabajo diario. Ahora tuvimos un error en un procedimiento que sólo los analistas de laboratorio hacen y que ninguno de nuestros clientes pide, que son archivo interno del laboratorio de control de calidad, eso lo acepto, pero tiene que darse cuenta que si el área de documentación técnica no se capacita, el área que usted dirige no podrá hacer una buena labor de cobranza. En vez de señalarnos como lo está haciendo ahora debería abogar en la próxima junta directiva para que haya más inversión en el área de calidad, que es en realidad la actividad principal de TestPharma S.A.

Todos contemplaron el daño de esa mina que el jefe del área de jurídica de TestPharma pisó. Completamente perplejo, la víctima de la mina quiebra-orgullo no pudo siquiera emitir un contraataque, pero miraba a Sandy con un odio encarnizado y ésta le devuelve la mirada con la misma intensidad. El director técnico tiene la necesidad de intervenir para no quedar varados en un eterna guerra fría:

- ¿Y ustedes qué opinan?

Los compañeros de Sandy vacilaron en musitar palabra, pero Mario se arriesga, él ha demostrado que va con Sandy hasta la muerte:

- Que nuestra compañera tiene razón señor director - responde - no es cuestión de lapidar a nadie, solo de buscar soluciones identificando las fallas y nuestra compañera acaba de decir lo que pensamos todos, ella nos representa.

Los compañeros mueven la cabeza de arriba a abajo cuando Sandy y Mario voltean hacia ellos. Sandy dijo la verdad y como a todos nosotros, al jefe del área de jurídica no le gustó escucharla desde el gran trono en el que se encuentra sentado. Dante no podía sentirse más aterrado por la suerte de su chica porque el susodicho jefe tiene algo de poder dentro de TestPharma.

El director técnico, quien se encuentra en deuda con Sandy por presentarle a la mujer de sus sueños ve en ese momento la oportunidad de pagar su deuda, pues con lo que acaba de pasar, a Sandy solo lo quedarían unas cuantas horas en la empresa, además de expresar lo que realmente piensa:

- En general yo opino lo mismo que el joven - dijo el director - todos somos un equipo y debo reconocer que el equipo de coordinadores de laboratorio tiene mucho que ver con lo acontecido - sus subalternos directos le dedican una mirada llena de indignación - les enseñaremos acerca de las bitácoras y otras cosas, pero son ustedes los que nos deben decir cuáles aspectos podrían ayudarlos a mejorar el desempeño. ¡Sé que ustedes sacrifican muchas cosas y a muchas personas por el bien de la compañía! y no quería amedrentarlos con un regaño.

- ¡Pero señor director! - al fin reacciona el pequeño tirano.

- Si les capacitamos, errores como éste no se repetirán - le responde - Pharmabín quedó conforme con la explicación enviada Reinaldo. Herlinda...

- ¿Dígame señor director? - la nazi sale de su búnker.

- Usted también será capacitada al igual que los colaboradores que tiene a su cargo, al igual que su equipo y al igual que los coordinadores de laboratorio debe revisar la información pertinente: la que sirve de base y la que genera su grupo, pues es su propia gestión la que se muestra con cada trabajo encargado, ¿entendido?.

- Sí señor director.




**********


El clima en “Auschwitz” cambió a un estado de verano festivo, las nubes de pesimismo y cansancio se habían retirado y un viento fresco se podía sentir a pesar de no tener aire acondicionado.

- Sandy, ¡tu eres la verg...!.

- ¡Sin vulgaridades por favor! - interrumpe Sandy.

- ¿Qué carajo fue lo que hiciste? - le pregunta un compañero de otro grupo.

- ¡Le cantó la tabla al pocotón de encorvatados que estaban ahí! - responde Janina.

- ¡Y de paso puso a la señora tenebrosa en su sitio! - completa Eliana.

Como si lo que pasó en la oficina del director técnico fuera poco, ahora los rumores agrandarán la mala situación en la que se encuentra Sandy. Ella decide poner un alto a esto, aprovechado que Herr Linda se había quedado en la oficina del señor director:

- Para su información, mi plan no era ese, ¡pero Herr Linda me lanzó al pozo de los leones!, tuve que decirles lo que en verdad pasó con respecto a las bitácoras pero el jefe de jurídica me alzó la voz diciendo que la falta de experiencia no era excusa ¡y no me aguanté!...

- Por fortuna el director técnico nos apoyó y de paso regaño disimuladamente a Herr Linda por haber puesto a Sandy en semejante predicamento - Mario interviene - ahora ¡ya saben!, ¡no hagan caso a los chismes! ya saben cómo ocurrieron las cosas.

Todos se retiran a sus puestos al ver que bajan los coordinadores del área. Herr Linda no voltea a mirar a su grupo y va directamente a su puesto. Mario aprovecha el chancecito para estar al lado de Sandy.

- ¡Gracias amigo! - Sandy aprovecha para agradecer el apoyo que le brindó en esa reunión.

- ¡No tienes que agradecerme! - Mario hubiera preferido un beso en vez de "¡gracias amigo!".

- ¡Estoy muerta del susto! - le confiesa Sandy - ¡no sé qué será de mi!...

- Tú nunca piensas antes de actuar, ¡y más cuando te hacen enojar! - Mario regaña a su buena amiga pero reconoce para sus adentros que Sandy se ve muy sexy cuando se enoja.

- Era claro que Herr Linda quería que yo respondiera por ese error... ¡me odia más que al resto y me convirtió en su chivo expiatorio la malparida esa!

- ¡Pero es porque no puede contigo! - le alienta Mario - Además, el director va a meter las manos al fuego por ti en caso que el doctor Reinaldo quiera pedir tu cabeza, ¡Te lo debe! ¿no?

-Si, yo le presenté a su moza - le contesta con desgano.

- ¿Acaso ese maldito no se ha divorciado de mi prima aún? - Mario comienza a enojarse.

- ¿Te puedo agradecer algo Mario? - el recurso de apelación se interpone - ¡no me hagas sentirme peor de lo que siento! - el recurso expira en el mismo momento en que es interpuesto.

- ¡Dime Sandy!...

- Lorraine es tu prima, deberías saber ¿no? - se aplica el último recurso.

Mario no se dará el lujo de desperdiciar esta oportunidad que apareció como maná en el desierto discutiendo con su mejor amiga a quien desea tomar por mujer suya. Decide cambiar de tema:

- Dante se veía como espantado durante toda la reunión. - dice él.

- Si. - Mario debió seguir discutiendo lo de su prima, pues acaba de empeorar las cosas - ¡la maldita bruja no le quitaba la mirada de encima!... ¡claro!, ¿qué mujer no se rinde ante los encantos de ese “hombronononón”?

- Si, ¡claro! - Mario entra en modo sarcasmo.

- Cabello negro, - Sandy sigue torturando a su amigo sin darse cuenta - hermosos ojos verdes, nariz aguileña, cara cuadrada, ¡ese cuerpazo que se gasta!...

- ¡Qué adonis el que pintas!, nos haces ver mal al resto de los hombres...

- ¡No lo tomes tan a pecho amiguito!, ¡tu tienes tu fanaticada!, no entiendo porque no te decides por alguien aún.

- ¡Tú deberías saber más que nadie que eso no es así como me dices! - revienta finalmente - ¡tu amaste profundamente a tu marido!, sabes perfectamente que no es cuestión de elegir, ¡sabes que estoy enamorado de alguien que ni me determina!

- ¡Esa niña idiota no tiene idea de lo que se pierde! - si Sandy supiera que ella es esa niña idiota.

- Cambiando de tema - le dice Mario - lo que te quería decir es que la mirada que Herr Linda le daba a Dante... o era propiamente de encanto hacia él, o ella se veía gratamente sorprendida, como si lo conociera de antes...

- ¿Qué carajo me estás diciendo?, ¿estás seguro?

- ¡Segurísimo!...

- ¡Qué perspicaz eres amigo mío!, ¡pareces mujer!

- ¡Sin ofender Sandy! -le regaña él - para ser perspicaz no necesitas ser mujer.

-¡Bueno Mario! - se reivindica Sandy - ¿por qué dices que Herr Linda conoce a Dante de antes?

- Porque cuando ella lo miraba a él, ¡tu novio se veía más espantado aún!

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