sábado, 24 de mayo de 2014

Capítulo 7: Despecho y amargura



La sabana cubre las caderas de Sandy, ella deja sus pechos firmes y redondos al aire para refrescarse después de una regular sesión de intimidad (lo fue para ella), recordar lo que Emma le dijo en el carro esta tarde y la cara de susto de Dante en la reunión de hoy al notar la presencia de Herr Linda fue una combinación que acabó con su hora feliz. El amante de la pelirroja no tiene la menor sospecha de que ella sabe la verdad sobre la identidad de aquella mujer a la que amó alguna vez, solo se recuesta junto a su amada, acariciándole los pechos, instintivamente ella se coloca de lado al sentir sus caricias como si le pasaran una vara con púas, dándole la espalda. 

viernes, 2 de mayo de 2014

Capítulo 6: En sus malditas manos



Después de la violenta pero extraña discusión que tuvieron esclava y negrera Sandy no logra concentrarse en su trabajo, aún no llega el técnico y eso incrementa su neura. Mario tiene una razón más para odiar a Herr Linda: le dañó el buen momento que estaba viviendo al estar más cerca de su amor lejano.

- ¿Con qué derecho cree ella que puede hablarme así? - murmura Sandy.

- ¡Se está pasando de la raya! - le contesta Mario, del mismo modo.

Aún siguen juntos hombro con hombro, intentando tomar el ritmo que llevaban antes de que apareciera la nazi, Sandy no puede concentrarse a pesar de que sabe que está dando pie para que Herr Linda cumpla con su amenaza. Esta atada de pies y manos: Su jefe inmediato, quien puede botarla a la más mínima falta es aquella mujer que volvió loco a Dante, por la que él cometió tantas locuras en nombre del amor, la mujer por la cual cedió negándose a sí mismo y a su deseo de amarla libremente. Depende de la mujer que más ha odiado desde que Dante se la mencionó la primera vez: